El método de enseñanza significa que cada estudiante, con su propio potencial y personalidad, se sitúa en el centro de la experiencia de aprendizaje. Por esta razón, las clases son deliberadamente reducidas, para que el profesor pueda prestar la debida atención a cada individuo. Todos los cursos, para todos los niveles, tienen el mismo objetivo: capacitar al alumno para comprender, hablar, leer y escribir correctamente en italiano. Las clases se forman de manera uniforme tras comprobar el nivel de cada alumno con una prueba de acceso.